El beso en la boca entre las atletas rusas Tatiana Firova y Kseniya Ryzhova con el que celebraron la medalla de oro en la prueba de 4 x 400 metros en el Mundial de Moscú generó un revuelo importante en la prensa internacional, porque se dio en plena polémica por las leyes antigay en Rusia y las declaraciones de apoyo a la norma -luego relativizadas- de Yelena Isinbayeva.
En ese contexto, la Federación Rusa salió a desmentir que el llamativo festejo hubiera sido algo más que una muestra de emoción. "No fue un gesto de protesta contra leyes antigay en Rusia, sino de alegría", aseguró un vocero de la Federación de ese país.
Y en nombre de las dos atletas que avivaron la polémica, comunicó: "Todo fue 'inflado' por la prensa occidental y no se corresponde con la realidad".
El beso que dio vuelta la mundo fue interpretado en general como un acto desafiante a la ley rusa que prohíbe propaganda homosexual en presencia de menores, promovida por el premier ruso Vladimir Putin.
Como para por fin zanjar el asunto, también se expresó el Ministro de Deportes ruso, Vitali Mutko: "La prensa occidental le dio mucha más importancia de la que le damos aquí en Rusia al tema. No están prohibidas las relaciones sexuales no tradicionales, nadie está privado de su derechos". (ANSA)