Las rusas Kseniya Ryzhova y Tatyana Firova, ambas ganadoras de oro en el relevo 4×400, se besaron en el podio en un gesto que puede ser interpretado como un desafío a la ley antigay en su país que defendió su compatriota Isinbayeba. ¿O acaso es simplemente la tradición rusa de besarse en los labios?