El entrenador español del Bayern Munich, Josep Guardiola, optó por tener su oficina fuera del vestuario del estadio para darle un espacio de intimidad a sus dirigidos y hasta para que puedan criticarlo libremente.
La renuncia de Guardiola a compartir el vestuario tiene su fundamento que el mismo DT se encarga de exponer. "En el vestuario los jugadores quieren bromear y hablar de todo, sin el temor de que yo esté sentado a sus espaldas. Es un lugar en el que también pueden hablar mal de mí", explicó el director técnico español en una entrevista en el diario alemán Bild.
Por lo tanto, Guardiola se trasladará a una oficina fuera del Allianz Arena Stadium ya que su antecesor, Jupp Heynckes, había renunciado a tener un vestuario propio y los compartía con el plantel.
La novedad se suma a otras costumbres que Guardiola aplicaba en el Barcelona y llevó al Bayern Munich, como la negativa a ofrecer entrevistas o los entrenamientos a puerta cerrada. (DPA)