El nuevo proyecto del Barcelona del 'Tata' Matino ha comenzado con paso firme la temporada. Si había alguna duda, Messi y los suyos las han despejado en unos primeros 45 minutos de ensueño.
Con Neymar e Iniesta viendo el inicio del partido desde el banquillo y con el dilema del central sin resolver, el Levante fue un juguete en el Camp Nou. Apenas se estaban saludando los aficionados de cara a esta nueva temporada y el Barça ya estaba por delante en el marcador.
El chileno Alexis inauguró el marcador del Camp Nou a los tres minutos de juego en lo que era el inicio de una goleada de escándalo. El Barcelona ha comenzado la temporada con la fuerza que le faltó en los últimos partidos de la pasada liga.
Los azulgranas realizaron una alta presión en el campo del rival con un Levante que no encontraba líneas de pase para jugar el balón. Los hombres del Martino combinaban con velocidad una y otra vez cerca del área visitante. Solo había que esperar para que cayeran los goles.
Messi hizo el segundo y Dani Alves el tercero tras una magnífica jugada que él mismo había iniciado con un robo a 80 metros de su portería. El argentino intercambiaca la posición una y otra vez con Cesc, en algo así como un doble falso 9, la movilidad de ambos era indescifrable para los defensas del Levante.
Si salían dejaban huecos a la espalda y si esperaban, el Barça llegaba al área en manada. Alexis y Pedro no cesaban en su idea de abrir el campo por los extremos y precisamente fue el canario el que se unió a la fiesta en un mano a mano con Keylor Navas. El portero costarricense estaba totalmente desquiciado. Mientras los delanteros se divertían, los laterales no dejaban de explotar las bandas.
Tanto Adriano como Alves estuvieron muy activos y por ahí también llegó el quinto gol. El lateral zurdo provocó un penalti en una internada en el área y Messi se encargó de transformar la pena máxima con su calidad habitual.
Con todos pensando ya en el descanso y en el estreno de Neymar, apareció Cesc para sacar un pase mágico por encima de la defensa rival que Xavi no desaprovechó para hacer el sexto. El centrocampista llegó al descanso con más pases que todo el Levante, 55 por 53. Un dato que habla por sí solo.
Neymar y Messi solo coincidieron ocho minutos
El Camp Nou tendrá que esperar para disfrutar de la pareja de moda. Martino solo les hizo jugar unos minutos juntos y no crearon ninguna jugada especialmente destacable. El brasileño, eso sí, participó en la jugada del séptimo gol del Barça. En un auténtico regalo de la defensa del Levante, recogió un balón suelto en la frontal del área y sin nadie por delante encaró al Keylor Navas, pero el portero estuvo atento para sacar la mano y evitar el regate. Lo que no pudo es parar el remate final de Pedro, que a puerta vacía aprovechó el regalo.
El Barcelona, ya con Iniesta en el campo, no quiso hacer sangre y dejó correr los minutos hasta el final. El Barça de Martino promete dar muchas alegrías a sus aficionados y el Levante tiene que mejorar mucho de cara al resto de la temporada.
Por su parte, dicen los eruditos del fútbol que un equipo debe jugar como un acordeón: todos atacan a la vez y todos defienden a la vez. Da igual desde dónde se saque el balón en ataque o desde dónde se empiece a presionar, pero se debe hacer al unísono.
En pretemporada, el Madrid dejó entrever un gran problema: el equipo se partía en dos. Ante el Betis, en el primer partido oficial se confirmó el parte médico, algo que aprovechó un muy vertical Betis para hacer mucho daño y dejar las primeras caras de preocupación en el Bernabéu.
El Madrid, como había anticipado Ancelotti, intentó tener el balón y llevar el ritmo del partido. Pero no pudo. Principalmente porque en ataque se atascaba ante la tela de malla defensiva verdiblanca y porque la defensa dependía de cuatro jugadores: Carvajal, Pepe, Ramos y Marcelo.
Del resto, en tareas defensivas, poco se sabía. Cierto que los blancos intentaron presionar arriba, pero la línea defensiva se quedaba siempre en su campo, provocando que entre ellos y el medio del campo hubiera un hueco de veinte metros, zona que aprovechó el Betis para sacar el balón con comodidad.
Así llegó el primer gol. Cedrick controló, aceleró, se fue de Ramos y le sirvió en bandeja el balón a Jorge Molina. Era el minuto quince y el Betis había perdonado antes un par de veces.
Gol por cabeconería
Los blancos, ofuscados, siguieron pegándose de bruces ante una defensa del Betis bien acompasada y que hizo caer hasta en siete ocasiones en fuera de juego a los blancos en el primer tiempo.
Tres de esas acciones acabaron en gol, pero ninguno válido. El único error de Chica a la hora de tirar la línea le costó el empate al Betis. Benzemá no falló ante Andersen, que se olvidó de cubrir su palo. Luego Cédrick, que envió un cabezazo al larguero, y Jorge Molina pudieron volver a marcar, pero perdonaron antes del descanso.
Más por ganas que por fútbol avisó el Madrid al inicio del segundo tiempo. En cuarenta segundos, Ronaldo envió al larguero un balón y, momentos después, a punto estuvo de rematar a placer un centro de Carvajal.
A partir de ahí, el efecto gaseosa hizo mella en el equipo de Ancelotti que, eso sí, empezó a tener más el balón.
Salvador Isco
Pero el Betis también estaba muy cómodo atrás. Las pocas veces que llegaba el Madrid hasta el área, aparecía Andersen para evitar el gol local. Los andaluces se prodigaron menos en ataque, confiando en alguna contra de Cedric y Jorge Molina.
Fue el congoleño el que llevó más peligro, haciendo gala de una prodigiosa velocidad. El tiempo corría en contra del Madrid. Mel quitó a Verdú, y metió físico en el medio del campo. Ancelotti sacó toda la artillería: primero Di María y luego Morata. Pero acabó siendo Isco el que marcó el gol definitivo. Apareció en el área para rematar un centro perfecto de Marcelo. Corrió como un loco y se beso el escudo, haciendo las delicias de una afición que vuelve a ver a su equipo sufrir para ganar.
El Madrid se salvó al final y con más suerte que otra cosa. A Ancelotti aún le queda mucho por hacer si quiere cumplir con su palabra de ganar y jugar bien. Tiene jugadores para ello pero, de momento, esos jugadores no forman un equipo. (La informacion.com)