Hartford (EFE) — Estados Unidos ganó por 1-0 a Costa Rica en el último partido del grupo C y logró el pase a los cuartos de final de la duodécima edición de la Copa Oro de la Concacaf sin conocer la derrota.
El único gol fue conseguido en el minuto 82 por el delantero Brek Shea, que concluyó de forma brillante un contraataque de Estados Unidos que dirigió de forma magistral el veterano Landon Donovan.
Estados Unidos invicto y líder del grupo C con nueve puntos irá en cuartos de final el próximo domingo, en el M&T Bank Stadium, de Baltimore, contra El Salvador, tercero del grupo B.
Donovan, el máximo goleador en la historia de la selección de Estados Unidos dio un pase perfecto a Shea, que entró a los 77 minutos, y por velocidad superó a la defensa de Costa Rica que había subido para rematar un saque de esquina.
Shea envió el balón por debajo y superó en la salida al arquero costarricense Patrick Pemberton, que llegó a tocarlo, pero no pudo desviarlo.
Costa Rica, segunda del grupo C, también jugará en Baltimore los cuartos de final y su rival será nada menos que Honduras, primera del B, que aseguran un nuevo duelo centroamericano en el torneo.
Estados Unidos no hizo más méritos que Costa Rica para conseguir la victoria, pero tuvo la suerte de encontrar el gol que hizo la diferencia. Un gol que llegó cuando apenas 15 segundos antes, Costa Rica pudo haber inaugurado el marcador a un gran remate de cabeza que hizo el defensa Carlos Johnson a un saque de esquina, pero el arquero de Estados Unidos, Sean Johnson, metió una mano magistral para evitar que el balón se colase por toda la escuadra izquierda de su portería.
El balón fue rechazado por la defensa local y llegó a los pies de Donovan que por velocidad superó a los ticos, que habían subido en bloque a rematar el tiro de esquina y ahí llegó el tanto de Shea, séptimo jugador que logra su primer gol con el combinado de las barras y las estrellas en la Copa Oro.
El anterior había sido Joe corona, en el choque ante Cuba, y que Estados Unidos ganó por 4-1. Estados Unidos también logró la octava victoria consecutiva, algo que no había alcanzado nunca, y el gran mérito es para el alemán Jurgen Klinsmann.
Al margen del gol el partido también tuvo como protagonista al árbitro de Jamaica Courtney Campbell, que al comienzo de la segunda parte le perdonó la tarjeta roja a Pemberton cuando salió fuera del área para despejar un balón y al final lo tocó con la mano.
Campbell, sin que nadie se explique todavía qué tipo de reglamento aplicó, le sacó sólo la tarjeta amarilla, algo que enfureció a Klinsmann y a los jugadores de Estados Unidos.