L'Alpe d'Huez (Francia), Chritophe Riblon logró hoy en Alpe d'Huez la primera victoria gala en el centésimo Tour de Francia, mientras que Alberto Contador se hundió en la ascensión y salvó por tan solo 21 segundos la segunda plaza frente al colombiano Nairo Quintana, que ganó dos posiciones y subió al podium.
El ciclista del AG2R aventajó en los dos últimos kilómetros al estadounidense del BMC Tejay van Garderen, que hizo en solitario casi completas las dos ascensiones al Alpe d'Huez, y al italiano Marino Moser (Cannondale).
El maillot amarillo, el británico Chris Froome, que tras efectuar un ataque en el segundo ascenso a la cima sufrió un ligero desfallecimiento, consiguió incrementar su ventaja con respecto a Contador, que no pudo aguantar el ritmo de los mejores.
La buena operación la firmó Quintana, que saltó de la quinta plaza a la tercera, dejando por detrás al checo Roman Kreuziger y al holandés Bauke Mollema. A sus 23 años, el ciclista de Boyacá se ha convertido en la sensación del Tour, el único que parece plantar cara a Froome cuando la carretera se pone cuesta arriba.
En la cima del Alpe d'Huez fue cuarto y primero de los que pelean por la general, por delante de Joaquim "Purito" Rodríguez (Katusha), que también subió una plaza en la general y ahora es quinto. Kreuziger, hasta hoy tercero, se cayó del podium, mientras que Mollema se hundió hasta la sexta posición a 3 minutos de Rodríguez.
A falta de dos etapas montañosas alpinas parece que el liderazgo de Froome está fuera de toda duda. Su ventaja con Contador es ahora de 5.11 y lleva 5.32 a Quintana. El colombiano está en el podium solo por 12 segundos, los que tiene de ventaja sobre Kreuziger.
La etapa de los dos ascensos al Alpe d'Huez se resumió a uno solo, el segundo, ya que el primero se subió a un ritmo muy lento. En el segundo, Froome inició el contraataque a falta de 10 kilómetros para la meta y acabó haciendo la selección, en la que solo resistieron Quintana y el "Purito", además de su compañero Richie Porte.
Ante el hundimiento de Contador hubo colaboración entre ellos y la ventaja fue creciendo a medida que superaban curvas de la mítica subida. En un momento, ante el ritmo de Quintana, Froome pareció sufrir un desfallecimiento y pidió a Porte que bajara al coche a por alimento sólido.
El británico dio muestras de debilidad por primera vez en lo que va de Tour. Quintana y Rodríguez mantuvieron su ritmo y acabaron por sacarle 1.06 en la etapa. Ajenos a esa pelea, Van Garderen y Riblon, dos supervivientes de la fuga de nueve que había marcado la jornada, se jugaban la victoria de etapa.
El estadounidense se había destacado en el ascenso definitivo al Alpe d'Huez, pero le faltaron fuerzas para afrontar los tres últimos kilómetros. Cuando quedaban dos y medio se vio superado por el francés, en medio del fervor del público, un millón de personas, según la organización, que aguardaba un triunfo local.
Riblon, un ciclista veterano al que las lesiones han dejado casi sin correr a lo largo de toda la temporada, logró romper el maleficio. Es su segunda victoria en el Tour, tras la que logró en 2010 en la cima de Ax 3 Domaines. (EFE)
