La situación del exfutbolista inglés Paul Gascoigne, que tras pasar por una clínica de desintoxicación a principios de 2013 ha vuelto a recaer en su alcoholismo, requiere medidas poco habituales.
Así lo han entendido algunos de sus amigos, que con la cooperación de algunos medios británicos, han hecho un llamamiento a bares, pubs y tiendas de todo el Reino Unido para que no vendan alcohol al exjugador del Tottenham, de la Lazio y del Everton, entre otros equipos, y que a principios de la década de los 90 estaba considerado como uno de los mejores jugadores de Europa.
En la primera semana de julio, Gascoigne volvió a los medios después de que fuera detenido tras haber agredido, bajo la influencia del alcohol, a su exmujer y a un guardia de seguridad en una estación de tren del condado de Hertfordshire.
Pocos días después, se hicieron públicas unas imágenes de 'Gazza' (como es conocido en Reino Unido) totalmente inconsciente en el suelo, frente a un hotel de Londres. Tras ese incidente, fue hospitalizado y según informaciones del diario The Sun, lleva al menos cuatro días sobrio y con ánimo para dejar, de una vez por todas, la botella.
La tentación de los fans
Uno de los mejores amigos de Gascoigne, el exjugador de cricket Ronnie Irani, ha declarado que teme que los fans que se crucen con el exfutbolista se sientan tentados a invtarle a una copa sólo por el hecho de compartir un rato con una exestrella del fútbol mundial. Ronnie Irani fue uno de los amigos que costearon la estancia de Gazza en una clínica de desintoxicación de Arizona en febrero.
Otra de las voces que han dado la alarma acerca de la salud de Gascoigne ha sido la de Alex Best, viuda del exjugador del Manchester United George Best, que en los 70 estaba considerado como uno de los más talentosos jugadores del mundo y que falleció en 2005, a los 59 años de edad, víctima de una infección de riñón causada por los efectos secundarios de la medicación que tomaba tras un trasplante de hígado, órgano que había perdido por una cirrosis alcohólica.
Alex Best recuerda que en los peores momentos de la enfermedad de su marido, visitaba los bares y pedía a los camareros que no le sirviesen alcohol a Best y asegura que Gascoigne "se está matando como hizo George". (20minutos.com)