Simon Gerrans es el nuevo líder del Tour de Francia gracias a la victoria del Orica GreenEdge en la contrarreloj por equipos de Niza. El corredor australiano, ganador también de la tercera etapa, arrebató el maillot amarillo a Jan Bakelants casi sin dar oportunidad a que RadioShack lo defendiera.
Ahora es él quien rueda líder con sólo un segundo de ventaja, con una competencia mucho más reducida pero más sanguinaria. Chris Froome, Richie Porte (Sky) o Alberto Contador (Saxo Tinkoff) permanecen a menos de nueve segundos.
El primer australiano que llevó el maillot amarillo en el Tour de Francia fue Phil Anderson. Sin embargo, no fue allí donde Simon Gerrans encontró su pasión por el ciclismo. Más bien llegó de rebote. El hoy corredor del Orica GreenEdge compitió en motocross hasta que sufrió una lesión de rodilla a los 17 años. Como parte de la rehabilitación, un vecino le aconsejó que probara con la bicicleta y quedó prendido. Aquel vecino era Phil Anderson.
«Los australianos hemos tenido éxito aquí en Francia: maillots amarillos, maillots verdes, victorias de etapa, de clasificaciones generales… me alegro de seguir con la tradición australiana», presumía Gerrans.
Con este maillot amarillo cierra además un círculo personal. Y una pequeña parte la debe también al equipo, que cuenta además entre sus filas a dos campeones del mundo en persecución por equipos (Cameron Meyer y Stuart O’Grady).
Tratándose de una contrarreloj por equipos de sólo 25 kilómetros, con perfil marcadamente llano, las diferencias entre los mejores fueron mínimas. Imperceptibles, casi.
Orica GreenEdge (25:56) se impuso por sólo 0.75 segundos a Omega Pharma (25:57), que se mantuvo como líder durante casi toda la prueba. Se quedaron con la miel en los labios, sabor que empieza a pesar en la boca de Sylvain Chavanel (a las puertas por tercer día consecutivo) y que abre paladar para Michal Kwiatkowski, a punto de atesorar maillot blanco y amarillo.
El Sky se sobrepuso los problemas físicos de uno de sus mejores rodadores Geraint Thomas (ni pudo ofrecer relevos) para marcar el tercer mejor tiempo, a sólo tres segundos de la victoria y a dos del Omega. El Saxo fue cuarto, a nueve.
Traducido al lenguaje de los favoritos, Chris Froome y Alberto Contador quedan separados por seis segundos, nada que no pueda desaparecer en un ataque certero del madrileño… o multiplicarse si es el keniano blanco quien desenfunda primero.
El Movistar de Alejandro Valverde, que también partía con opciones, fue sexto a 20 segundos (26:16), tres más lento que Garmin y el sorprendente Lotto. Brechas, por fin, pero muy pequeñas.
Las etapas que quedan hasta el fin de semana son propicias para los velocistas y por tanto para defender el liderato, pero Orica GreenEdge tendrá que mantenerse alerta para que Simon Gerrans siga prolongando la tradición australiana. Ese legado que una vez inició Phil Anderson. /Andrés Aragón
