No es el deporte más practicado. Ni siquiera el que más entretiene o el que más gusta. Sin embargo, pocos son los que no han oído hablar de él.
El curling, por casi todo el mundo conocido por ser el juego de "lanzar una piedra e ir barriendo el hielo", puede ser una de las disciplinas más mediáticas en el mundo pese a ser un deporte minoritario, algo que no se comprende si se tiene en cuenta que tiene doscientos años más de vida que el fútbol, el baloncesto, el tenis o las competiciones de motor.
Quizá el gran hándicap del curling en sus primeros para ganar adeptos es que sólo se podía practicar allá donde hubiera hielo, algo que en muchos países de Europa ocurre sólo en invierno, y en algunas zonas concretas.
Se cree que este deporte surgió en Escocia, entre 1540 y 1550. De esa década son las primeras imágenes de piedras utilizadas sobre hielo y las dos pinturas de Pieter Brueghel el Viejo que representan a personas jugando a algo parecido al curling.
Eso sí, la primera aparición del término tal y como lo conocemos data de 1620, en un prefacio y en algunos versos de un poema de Henry Adamson, también escocés. Hubo que esperar a 1716 a que se formara el primer club de curling. El honor fue para el Kilsyth Curling Club, que aún existe y que también posee otro récord histórico: ser el primer club en construir una pista propia para el curling.
Por aquel entonces, las piedras eran toscas, pues se cogían directamente de las riveras de los ríos. Los "barrenderos" portaban escobas idénticas a las que se usaban en la época para barrer la casa o la cuadra.
Por aquel entonces, fútbol o baloncesto eran dos palabras sin sentido. Les quedaba a ambos más de siglo y medio para nacer. Con el paso de los tiempos, la técnica y la tecnología fueron refinándose hasta llegar a los niveles actuales de hoy día, donde las piedras están perfectamente pulidas, los jugadores visten cómoda ropa para deslizarse y los profesionales son capaces de tirar con efecto, con retroceso o con cualquier otro sistema que deseen.
¿La importancia de los "barrenderos"? Suponiendo que todo el mundo sepa que el curling es una mezcla entre bolos y diana en horizontal y que consiste en dejar el máximo número de piedras lo más cerca posible del centro de una diana dibujaba en el otro extremo de la calle, llega la hora de preguntarse por cuan importantes son los barrenderos.
Ellos son los encargados de ofrecer una de las imágenes más peculiar del mundo del deporte: la de barrer el hielo. Su aportación, aunque cómica, puede resultar decisiva para el devenir de un encuentro. De ellos depende que la piedra coja mayor o menos efecto, fuerza o velocidad, magnitudes que se deben controlar perfectamente.
Pese a que es más divertido de lo que parece y a que suele dejar partidos muy emocionantes, lo cierto es que el curling no acaba de despegar como juego atractivo para la juventud. En España la excusa puede ser que no hay demasiado invierno y la mayoría de pistas donde se entrenan los pocos clubes que existen son artificiales. Lo raro es que en el resto del globo no haya más seguidores de los que ya hay, que en algunas zonas, eso sí, son bastantes. (lainformacion.com)