Cuba venció hoy por cuatro carrreas por cero a Holanda en la final del Torneo Internacional Interpuestos de Rótterdam.
La escuadra antillana tomó desquite de nuevo ante el plantel anfitrión con excelente labor sobre el montículo del lanzador abridor Wilber Pérez, quien trabajó por espacio de 5.1 entradas con apenas dos imparables permitidos, tres bases por bolas concedidas y un ponche propinado.
El inicialista Alexander Malleta resultó uno de los más sobresalientes a la ofensiva tras conectar dos dobletes en cuatro turnos, con una carrera anotada y dos impulsadas.
Apoyaron también con el bate en ristre el antesalista Yulieski Gourriel (5-1) y el receptor Eriel Sánchez (4-1), quienes trajeron para el plato a un corredor per cápita.
Se agenció juego salvado el pitcher Rasiel Iglesias, quien relevó desde el sexto capítulo y solo le conectaron en una ocasión, con un boleto concedido y cuatro retirados por la vía de los strikes. (PL)