Cuando se trata de montar escándalos, se puede confiar en Mario Balotelli. Poco antes de que los italianos partan a Brasil para la Copa Confederaciones, el excéntrico delantero volvió a enturbiar el ambiente en la "squadra azzurra".
Primero, el colérico Balotelli puso en peligro la clasificación de Italia para el Mundial de Brasil 2014 con su expulsión del viernes en el 0-0 contra República Checa. Luego fue presa de la ira camino del vestuario en el estadio de Praga y por último ofendió a sus propios fans tras el partido.
"Apoyen a otro país en la Copa Confederaciones", recomendó el furioso Balotelli a los "tifosi" vía Twitter, lo que provocó enojo en el seno de la selección subcampeona de Europa antes del test mundialista en Brasil. Su estallido de furia en el viaje de vuelta desde Praga fue una reacción a los tuits críticos enviados por los aficionados, ante los cuales se disculpó a la mañana siguiente.
"Mi reacción no fue adecuada. Pido perdón. Me disculpo también ante mi equipo. Tengo que madurar más", escribió el delantero del Milan, de 22 años, en la red social.
El seleccionador italiano, Cesare Prandelli, no ocultó su enojo. "Mario ha de aprender que no puede reaccionar siempre según sus impulsos", declaró el técnico y advirtió a su delantero: "Exigimos de él que sea el futbolista y no la estrella".
Sin embargo, Prandelli mostró comprensión paternal ante un Balotelli que fue centro de todas las miradas en Praga. "Balotelli no es un futbolista como los demás. Antes del partido en Praga el 90 por ciento de las peguntas iban dirigidas a él", señaló el entrenador.
No obstante, el seleccionador no acepta que Balotelli se deje provocar una y otra vez en el terreno de juego. "Un auténtico campeón ayuda a su equipo y no le transmite su estado de ánimo", criticó.
La prensa tampoco fue benigna con el jugador. "Twitter está bien, pero puede dañar la carrera", ironizó "La Gazzetta dello Sport".
El "enfant terrible" italiano recibió el respaldo al menos del capitán del equipo, Gianluigi Buffon. "Dos tarjetas amarillas no son obstáculo para su desarrollo", opinó el arquero, que el viernes salvó a los "azzurri" de una derrota con brillantes paradas.
Tras la expulsión de Balotelli en el minuto 72, los visitantes salvaron el 0-0. Pese al traspié en la clasificación para el Mundial, los italianos están optimistas de cara a la Copa Confederaciones (del 15 al 30 de junio). "No me preocupo en absoluto", dijo Prandelli, que cree que su equipo "no estuvo brillante" ante República Checa pero "mostró carácter".
Balotelli podrá demostrar el 16 de junio ante México que puede controlar sus nervios, pues el atacante del Milan no debe cumplir su suspensión en Brasil, sino en el próximo partido de la clasificación mundialista, contra Bulgaria, a comienzos de septiembre.
Los búlgaros son segundos en el Grupo B con diez puntos, cuatro por detrás de Italia y uno por delante de República Checa. (elmundo)
