Todo transcurría normalmente en el partido de fútbol entre los equipos de Chisoda y Sânnicolaul correspondiente a la cuarta división del fútbol rumano, hasta que un grupo especial de uniformados ingresó de improviso a la cancha y ordenó a todos los presentes a ponerse boca abajo, ya que buscaban a Sorin Undrea, quien además de ser futbolista es apuntado como un líder de una banda que arreglaba partidos.
El hombre en cuestión intentó camuflarse en las tribunas, pero igualmente se fue detenido. (infobae.com)