Sancti Spíritus, Cuba, (PL) Matanzas superó 10 carrreras por 5 a Sancti Spíritus en el séptimo partido de la semifinal del Campeonato Cubano de béisbol, y accedió a la disputa del título nacional por primera vez en los últimos 22 años.
Los Cocodrilos matanceros, dirigidos por controvertido manager Víctor Mesa, decidieron el pleito a la altura del octavo inning al fabricar un enorme rally de 10 carreras, ante siete lanzadores relevistas del bullpen espirituano. El choque estuvo dominado hasta ese capítulo por Sancti Spíritus, que marcó tres carreras en la primera entrada y dos más en la quinta, por jonrón con un compañero a bordo del antesalista Yulieski Gourriel.
Este sólido despliegue ofensivo, unido a la inmaculada actuación del abridor de los Gallos, el derecho Norge Luis Ruiz, presagiaban un plácido triunfo para los del centro del país, sin embargo, Matanzas hizo gala de un amor propio alucinante y dio vuelta al marcador.
Ruiz, novato del año en la etapa regular, lanzó seis y un tercio de entradas de manera espectacular y contuvo sin muchos problemas a la artillería matancera. En su labor incluyó ocho ponches, tres boletos y solo cuatro hits permitidos, sin soportar carrera alguna.
Pero el béisbol es una caja de sorpresas y el milagro se concretó en el octavo inning, cuando Matanzas fabricó un inimaginable racimo de 10 carreras, pegando nueve hits, el en que influyeron determinantemente un sencillo de Víctor Mesa Jr. (hijo del manager) y un doblete de José Miguel Fernández.
Mesa Jr. impulsó el empate con su primer hit del partido, tras tomarse tres ponches en sus veces al bate anteriores, mientras Fernández trajo la sexta y séptima anotaciones para su equipo, a la postre decisivas. Fernández se ratificó como uno de los bateadores más oportunos del país (lo había demostrado con anterioridad en el III Clásico Mundial), y de paso fijó en .483 su porcentaje de embasado en la postemporada, además de pasar a comandar el apartado de carreras impulsadas, con nueve.
El crédito del triunfo correspondió al relevista lateral Frank Navarro, único lanzador del Matanzas que pudo aguantar a la toletería espirituana, tras las explosiones de los derechos Jorge Alberto Martínez y Joel Suárez, líderes indiscutibles del staff. Navarro trabajó cuatro y dos tercios de entradas, en las que permitió dos hits, repartió dos ponches, no regaló boletos y dejó sin anotaciones a sus adversarios.
Mientras tanto, el diestro espirituano Ángel Peña cargó con el revés, tras fallar escandalosamente en su relevo en el octavo inning, con lanzamientos tan nobles que parecían de un colegial mediocre, distante de un tirador de 34 años y 17 series nacionales, como es su caso.
La nota negativa de Matanzas la puso su director Víctor Mesa, expulsado tras protestar severamente al árbitro principal César Valdés por un presunto pelotazo a Manuel Benavides.
Matanzas rompió así una cadena de seis derrotas consecutivas en el cuartel general de Sancti Spíritus, el estadio "José Antonio Huelga", y clasificó por primera vez desde 1991 a una gran final del Campeonato Cubano de béisbol.
En aquella ocasión triunfó con el nombre de Henequeneros. Ahora enfrentará por el título de esta 52 Serie a Villa Clara, que derrotó en seis partidos (4-2) a Cienfuegos en la otra semifinal.
Los Naranjas villaclareños llevan 18 años sin ganar un campeonato, a pesar de haber disputado seis finales en ese lapso, dos de ellas con Víctor Mesa como director. Su último cetro data de 1995.