En Inglaterra, el fútbol suele tener en las vacaciones de navidad uno de sus puntos más apasionantes. Se disputa el 'boxing day' y varias eliminatorias se acumulan en muy pocos días, pero no fue así en la temporada 1962 -1963.
En la nochebuena de 1962 empezó a nevar y las temperaturas se mantuvieron bajo cero hasta marzo del año siguiente. Entre todos los partidos retrasados destacó uno que se jugó 63 días después de su fecha original tras 15 aplazamientos. El Lincoln City y el Coventry City se encontraban en la tercera ronda de la FA Cup y debía disputar su partido en Sincil Bank, estadio de los primeros, apenas unos días después de que la intensa nevada hubiese suspendido ya 35 partidos de la Football League en la jornada anterior.
Unos días antes, el entrenador del Lincoln era optimista y pensaba que se disputaría, pero la nieve se instaló en el estadio y tras dos inspecciones del árbitro del partido el encuentro se retrasó cinco días, la nueva fecha era el nueve de enero.
El deshielo parecía más que una opción cuando las temperaturas subieron ligeramente durante el fin de semana, pero una nueva nevada durante la noche del día anterior volvió a dejar una capa de nieve y otra de hielo debajo de casi tres centímetros.
El nuevo árbitro asignado para el encuentro acudió, en la mañana del día del partido, al estadio para comprobar el estado. Decidió que no se podía jugar sobre aquel terreno: "Es demasiado peligroso para jugar, no me gustaría arbitrar ahí" declararía.
Solución: segunda suspensión. Esta vez darían una semana de plazo. La rutina de inspección y aplazamiento continuó durante todo el mes de enero, la primera suspensión de febrero, la séptima en total, ya no era por la nieve.
El hielo y la nieve se habían fundido en poco tiempo; el terreno de juego había quedado anegado por el gran manto blanco que se había acumulado desde la nevada de Nochebuena.
La nueva prórroga desesperaba sobre todo al equipo visitante, que deseaba disputar el encuentro aunque fuese en el extranjero. Durante el forzoso parón, algunos de los equipos ingleses habían abandonado el país y jugado amistosos en el extranjero.
El propio Conventry ya había disputadado un encuentro en Dublín contra el Manchester United y su entrenador calificaba como "una gran idea" la posibilidad de jugar donde fuese, pero el Lincoln no estaba por la labor de ceder la ventaja de campo.
Cuando parecía que el tiempo había mejorado, una nueva ola de frío siberiano llegó a las islas para no abandonar Inglaterra durante todo el mes de febrero.
Los aplazamientos fueron inevitables y durante el segundo mes del año se llegó al 14º. El último día de febrero el club pidió voluntarios para retirar definitivamente el hielo y la nieve del campo.
Los aficionados del Lincoln acudieron durante varios días a la llamada del club y llevaron palas y cepillos al estadio, además de martillos neumáticos para acabar con la persistente capa de hielo. Más de 30 chicos de entre 12 y 14 años pasaron el fin de semana trabajando en el campo.
Pese al trabajo de los empleados, la ilusión de los voluntarios y el uso de braseros para ablandar el hielo restante el partido volvió a ser suspendido una vez más, ya era la 15ª. La historia de aquel partido parecía no tener fin, pero el presidente del Lincoln dio una gran noticia a los seguidores del club: el césped había mejorado mucho con los trabajos y había un 70% de posibilidades de que el encuentro se jugase dos días más tarde, el seis de marzo.
Así ocurrió. La pelota por fin rodó en un terreno sin rastro de nieve, pero completamente embarrado. El Coventry no tardaría en adelantarse en el marcador y acabaría pasando ronda tras derrotar a los locales por 1-5.
Así acababa la tercera ronda de la FA Cup 63 días despues. Esa ronda se acabaría disputando en 22 fechas distintas, tras 261 partidos aplazados: 32 de ellos fueron pospuestos en diez ocasiones o más. (lainformacion.com)