BASTIA, Córcega, Francia (AP) — El alemán Marcel Kittel se impuso el sábado en la primera etapa del Tour de Francia superando en un embalaje final al noruego Alexander Kristoff. Kittel, del Team Argos-Shimano, completó los 212 kilómetros (132 millas) en 4 horas, 56 minutos, 52 segundos. Kristoff, de Katusha, fue segundo y el holandés Danny van Poppel, de Vacansoleil-DCM, tercero, ambos con igual tiempo que el ganador.
En un momento se decidió acortar la etapa sobre terreno plano en tres kilómetros (dos millas) debido a que un autobús del equipo Orica Greenedge se había quedado atascado sobre la meta. Pero lograron moverlo y se repuso la meta original.
Cerca del final hubo un choque que arrastró a más de una docena de ciclistas, entre ellos el excampeón Alberto Contador y el velocista Peter Sagan. Pero pudieron continuar y Contador llegó con un corte en el hombro y magullones.
El velocista británico Mark Cavendish, uno de los candidatos, pareció verse afectado por el choque y no llegó entre los primeros en la etapa. Varios de los mejores ciclistas del mundo iniciaron el sábado su participación en la centésima versión del Tour de Francia.
El favorito de la carrera, Chris Froome, superó un problema técnico en la largada. Desde la partida en el pueblo costero de Porto Vecchio, la etapa plana llevó a los pedalistas por las costas de la isla de Córcega hasta Bastia.
La carrera solía empezar con un prólogo breve contrarreloj, pero esta vez la etapa inicial favorece a velocistas como Cavendish y el eslovaco Peter Sagan. Como esta vez no compite el campeón del año pasado, Bradley Wiggins, el británico Froome y el español Contador parten como los favoritos para la competencia de tres semanas y 3403 kilómetros (2115 millas).
Froome, el escalador mejor considerado, se detuvo para cambiar la rueda trasera después de sufrir un incidente mecánico a 5 kilómetros (3 millas) de la largada. Se detuvo por segunda vez para cambiar de bicicleta y sus compañeros de Sky le ayudaron a alcanzar el pelotón principal.
Este es el primer Tour desde que el estadounidense Lance Armstrong fue despojado de sus siete títulos de 1999 a 2005 por dopaje. Armstrong de todos modos acaparó los titulares en vísperas de la carrera y disgustó a los ciclistas al conceder una larga entrevista sobre dopaje en el ciclismo, mientras los organizadores hacían lo posible por restablecer la credibilidad de la competencia.
Al responder preguntas de Le Monde, Armstrong afirmó que durante su era había sido imposible ganar el Tour sin doparse. Antes del comienzo de la etapa, la ministra de deportes Valerie Fourneyron se reunió con una delegación de ciclistas disgustados de las versiones de prensa que a su juicio se enfocaban demasiado en el dopaje.
Entrevistado por la televisión francesa antes de la carrera, Froome aseguró que el ciclismo es un deporte muy distinto al de la era de Armstrong. "El ciclismo ha cambiado ciento por ciento", afirmó Froome en francés. "Esto es lo que nos toca a nosotros demostrar".