La cuarta final española de la historia de Roland Garros ya está servida. David Ferrer no tuvo piedad de Jo-Wilfried Tsonga, que jugaba ante su público pero que no pudo dar la talla ante el alicantino. David se impuso por 6-1, 7-6 y 6-2 en 2 horas y 4 minutos en el mejor momento de su carrera deportiva.
Desde el inicio del partido Ferrer comenzó llevando la iniciativa desde el fondo de la pista, desgastando a Tsonga moviéndole de un lado a otro. El francés cometió más de 30 errores no forzados y esto marcó el devenir del encuentro.
El primer set fue un mero trámite para Ferrer ante un Tsonga que esperaba encontrarse mucho más apoyado por los parisinos. Sin tiempo para que el francés reaccionara, el alicantino se anotó el primer parcial por 6-1.
El momento más complicado para Ferrer llegó en el segundo set. Tsonga rompió su servicio y se colocó 0-3 arriba con el saque, pero el tenista español se sobrepuso ganando cuatro juegos consecutivos.
El segundo parcial se decidió en el 'tie-break', en el que un serio David Ferrer no condeció ni una opción al francés. Con 2-0 arriba para Ferrer, Tsonga tenía un 'puerto' demasiado grande que ascender y dimitió porque sus fuerzas flaqueaban.
El quinto mejor tenista del ranking ATP no le dio un respiró, abriendo ángulos dolorosos con los que el galo fue perdiendo la poca confianza que le quedaba hasta cerrar el set por 6-2. Ferrer jugará la primera final de 'Grand Slam' de su carrera, a la que llegará sin perder ni un solo set en el torneo, ante Rafa nadal, que se impuso en un partido épico a Novak Djokovic. / Víctor Gil