Las ocho mejores selecciones de los cinco continentes del mundo comenzarán mañana un camino que acabará estrechándose hasta que sólo pueda quedar una. Todas llegan a la Copa Confederaciones con el título final como gran objetivo, si bien es cierto que levantar el dorado trofeo es algo sólo al alcance de un par de selecciones. El resto se deberán conformar con cumplir un papel digno en el 'torneo de los campeones'.
A priori Brasil y España son las claras favoritas para llevarse el título. Los sudamericanos juegan en casa, han ganado el torneo tres veces y su selección se ha renovado estos últimos años de cara al Mundial del que también serán anfitriones el año próximo. Neymar lidera un proyecto que dirigirá desde el banco Luis Filipe Scolari.
De él dependerá en gran medida que todo el talento que los cariocas acumulan de medio campo hacia adelante (Oscar, Hernanes, Hulk, Erechim, Leandro Damiao) se ponga al servicio del bien común y ninguno caiga en la trampa de querer destacar por encima de sus compañeros.
La otra gran favorita es España, doble campeona de Europa y Campeona del Mundo. Poco se puede decir de un combinado que desde hace un lustro lleva ganando casi todo lo que juega y enamorando a todo aquel que ve un partido. El famoso juego de toque rápido, de ocupar espacios y de presión defensiva llega a la cuna del fútbol, al país donde el deporte rey es parte de la vida. Los hombres del Del Bosque pueden cerrar un ciclo magnífico de éxitos ganando la Confederaciones en Brasil, el país con más balones de fútbol que habitantes.
Por debajo de la 'verdeamarella' y de la 'Roja' se encuentran el resto de selecciones, que acuden a la Confederaciones con diferentes objetivos.
Italia, a reconfirmar su nuevo estilo
La selección transalpina, que acude a la cita en representación de Europa (ya que España llega como Campeona del Mundo y cede su puesto de Campeona de Europa a la selección a la que goleó en la final de la Eurocopa del año pasado), busca en Brasil dar el salto definitivo hacia su nuevo estilo.
Prandelli ha dotado a su combinado de algo más que una buena defensa -eterna característica de los italianos- y los Pirlo, Aquilani, Marchisio o De Rossi son jugadores que buscan la posesión y hacer daño al rival desde el dominio del balón. Los jóvenes delanteros Mario Balotelli y Stephan El Shaaraway tendrán en Brasil una nueva oportunidad de confirmarse como ese delantero anotador que tanto echa de menos Italia.
Uruguay y su paréntesis de la felicidad
No vive tiempos fáciles la selección sudamericana. En la fase de clasificación para el Mundial del año que viene lo están pasando peor de lo previsto. Actualmente son quintos en el grupo sudamericano, por lo que se jugarían el billete al Campeonato del Mundo en la repesca internacional. El bloque es el mismo que acudió a Sudáfrica hace dos veranos, donde alcanzaron las semifinales, y al de la Copa América de 2011, donde se alzaron campeones.
El equipo de Óscar Tabarez está formado por grandes jugadores que están brillando por las mejores ligas del mundo, aunque su tope en esta Copa Confederaciones parecen las semifinales, ronda a la que están casi obligados a llegar teniendo en cuenta que comparten grupo con España y con dos rivales, en teoría, peores como Nigeria y Tahití. Llegar a la final sería un éxito increíble para un país que apenas supera los tres millones de habitantes.
México tiene licencia para soñar
Los centroamericanos tuvieron mala suerte en el sorteo y acabaron en el grupo A junto a dos rivales sobre el papel superiories como son Brasil e Italia. Si sobreviven ante estas dos potencias futbolísticas, podrían jugarse el pase a semifinales ante Japón.
Al igual que Uruguay, llega a la Confederaciones en un momento de duda. Tras unos últimos buenos años parece que el rendimiento de la 'Tricolor' se ha estancado. Sus últimos resultados en el hexagonal de Centro y Norteamérica en la clasificación para el Mundial del año que viene demuestran que el equipo de José Manuel de la Torre no atraviesa por un buen momento. Una pírrica victoria por uno a cero ante Jamaica y dos empates sin goles ante Panamá y Costa Rica han minado también la moral de un vestuario lideraro por 'Chicharito' Hernández y en el que estarán jugadores conocidos como Carlos Salcido, Giovani Dos Santos, Javier Aquino, Héctor Moreno y Andrés Guardado.
Japón puede ser la gran sorpresa
Pese a que el fútbol asiático es cada vez más conocido, lo cierto es que cada vez que un combinado nacional se planta en un gran torneo, siempre aporta ese lado exótico y novedoso. El técnico italiano Alberto Zaccheroni revolucionó un vestuario que ya sorprendió en el Mundial de 2010 al alcanzar los octavos de final. El seleccionador apostó por los jóvenes y por un sistema de juego basado en el control de balón y en las transiciones rápidas, algo que le dio resultado en la Copa de Asia el año pasado, que ganó tras superar a rivales como Corea del Sur o Australia.
Al igual que México, si llega a la tercera jornada de la fase de grupos con opciones de clasificarse, no sería de extrañar una victoria ante los centroamericanos y que se plantasen en la penúltima ronda del torneo. Shinji Kagawa, jugado del Manchester United, es el referente de un plantilla que no destaca por su fuerza pero sí por su velocidad.
Nigeria quiere darse a conocer
Quizá el equipo africano sea el que llega en peor situación al torneo. Aunque están muy cerca de lograr el billete para el Mundial del año que viene, lo cierto es que la relación entre los jugadores y la Federación es pésima. La plantilla al completo se negó ayer jueves a viajar hacia Brasil por problemas de impagos con salarios anteriores y porque su Federación no le aseguraba primas en función de resultados en la Confederaciones.
Con todo y con ello, son la alternativa para el segundo puesto del grupo B, suponiendo que España sea primera sin mayores problemas. Con un juego físico y un equipo joven (en el que no están jugadores 'europeos' como Odemwingie o Taiwo), los africanos podrían aprovecharse también del calendario, pues juegan ante España en la tercera jornada, cuando la 'Roja' podría estar ya clasificada para semifinales.
Tahití, en busca de un gol
Es, sin duda, la cenicienta del torneo. Sólo un jugador del equipo es profesional. Su último partido de preparación para la Confederaciones lo jugó ante la selección chilena sub20, y acabaron perdiendo por siete a cero. Todo apunta a que se llevará tres goleadas y a que acabará última de grupo.
Su objetivo en la semana que estará en Brasil es disfrutar de un torneo internacional a nivel mundial y, por qué no, soñar con marcar un gol, algo que sería histórico para un país en el que viven menos de dos cientas mil personas. (Manu Albarrán)
