Vuelve Riddick Bowe. El excampeón de los pesos pesados combatirá, a sus 45 años, el 14 de junio frente al ruso Levgen Golovin, para conquistar el título mundial de Thai Boxing.
Su vida parece un guión de película. Es el décimo segundo hijo de una familia de 13 hermanos. Nació en una de las zonas más deprimidas de Brooklyn, en Brownsville. Uno de sus 13 hermanos murió de sida y otra hermana acuchillada por un toxicómano. Debutó muy pronto en el mundo del boxeo.
Entre sus logros están la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988 . El 12 de noviembre de 1992 fue una fecha clave en su carrera: derrotó a Holyfield en Las Vegas, ganando el título de la WBC, WBA e IBF.
Secuestró a su mujer e hijos
Sus enfrentamientos con Holyfield fueron sonados, aunque el que más daño le hizo fue el combate frente a Andrew Golota. Sus golpes le dejaron tocado el cerebro, argumento que usaron sus abogados para librarle de la condena a 17 meses de cárcel por secuestrar en 1998 a su esposa e hijos. Intentó que regresaran a la fuerza a su casa de Maryland. Riddick Bowe confesó más tarde que era consciente de lo que había hecho y que simplemente se equivocó. Poco después su mujer se divorció.
También llegaron a acusarle de maltratar presuntamente a una de sus hermanas. Fue entonces cuando empezó su abismo sentimental.
Dejó el boxeo, aunque no anunció su retirada oficialmente, e ingresó en los Marines, pero su aventura duró 11 meses. Después vendió guantes de boxeo firmados en la calle, pero el "negocio" tampoco funcionó.
Ahora el Muay, una especial de kickboxing en Tailandia, le ha recuperado. Bowe se entrena y vuelve a sentirse deportista. El 14 de junio es el primer combate, esperan que no sea el último. "Quiero hacer historia como el primer boxeador que gana los títulos de pesos pesados, tanto en el boxeo profesional como en Muay Thai", comentó Bowe. /La informacion.com
