Por Billy Russo
CHICAGO — Sus compañeros le hablan en español y aunque no les puede contestar en el mismo idioma, Nolan Arenado los entiende y se esfuerza en comunicarse bajo los mismos términos lingüísticos. Al mejor prospecto de los Rockies de Colorado le gusta todo lo relacionado con la cultura latina, esa que se vive y respira en su familia y que siente en el clubhouse del equipo, donde puede sonar desde una salsa de Oscar D'León, pasando por un merengue de Fernando Villalona, hasta una bachata de Romeo.
Arenado tiene vena caribeña y no lo oculta, más bien lamenta el que sus padres no le hayan ensañado el idioma para poder expresarse a través de él con sus compañeros y demás familiares, especialmente esos que viven en Miami y con los cuales tiene una estrecha relación.
Resulta que el tercera base de los Rockies es descendiente de padre cubano y de madre puertorriqueña, pero de español no menciona ni una A, quizás por miedo al grabador o al ridículo, dos temores propios para quienes no dominan un idioma en particular.
Lo cierto es que para Arenado el no dominar el español no significa que no se sienta como un miembro de la raza latina, aun cuando su lugar de nacimiento sea Newport Beach, en California, Estados Unidos.
"Definitivamente yo me siento como un latino más. Nunca he ido a Puerto Rico o Cuba, pero sé que mucha gente allá, especialmente en Puerto Rico, están pendientes de mí y que me ven como uno de ellos", dijo el prospecto de Colorado.
El tercera base estuvo en los planes de los boricuas para representar a la isla en el pasado Clásico Mundial, algo que le hubiera gustado hacer, pero debido a la oportunidad que le brindaban los Rockies para luchar por un cupo en el roster de 25, durante el spring training, prefirió no hacerlo. Pero sabe que en el futuro tiene pautada ya una cita con la selección puertorriqueña.
“ No siento presión ni nada de eso, solo me enfoco en jugar duro y ser un buen compañero. Ahora quizás no estoy teniendo un desempeño como el que quisiera tener, pero es algo que va a cambiar. Tengo que mejorar en todo, en ser más paciente en el home plate, ser más consistente con mi swing y ser más consistente con mi defensa”, dijo Nolan Arenado
"En el futuro definitivamente me gustaría jugar con Puerto Rico, es algo que espero hacer. En el invierno iba a jugar allá — con los Criollos de Caguas — pero tuve que quedarme aquí para trabajar en mi físico y ponerme más fuerte", dijo Arenado, quien conoce de la atención que hay en la isla por él, debido a que su madre mantiene contacto con algunos familiares y amigos, además siempre revisa las noticias de lo que allá sucede. La conexión latina que siente el prospecto es tan fuerte que uno de sus jugadores favoritos es el jardinero derecho de los Cardenales de San Luis, Carlos Beltrán, al cual se enfrentó el pasado fin de semana, pero no lo pudo conocer.
Arenado no ha tenido contacto con ninguno de los 18 peloteros puertorriqueños que hay en estos momentos en Grandes Ligas, pero sí conoce muy bien a José Cruz Jr., ex grandeliga que ahora se desempeña como miembro de la Asociación de Peloteros, luego de haber sido parte de la agencia que actualmente representa al novato de Colorado.
La atracción por el beisbol vino con Arenado casi desde su nacimiento, por la afición de sus padres por este deporte, al cual lo introdujeron a los seis años de edad, según recuerda.
"Cuando era niño mi papá me ponía a ver los juegos y a los seis años ya yo estaba jugando en las pequeñas ligas. Él siempre me hablada de los jugadores del beisbol cubano y esas cosas. Su jugador favorito era Roberto Clemente, los míos Carlos Beltrán, Carlos Delgado y ahora Yadier Molina. Toda la familia ama el beisbol", contó.
Ese impulso familiar lo ha traído hoy a Grandes Ligas, donde apenas ha disputado 15 juegos, tras debutar en el 28 de abril, luego de haber firmado como profesional en el 2009.
"Esperaba que esto fuera algo que pasara este año, pero no que sucediera tan temprano. Sabía del chance y estaba listo para aprovecharlo. Estoy emocionado de estar aquí y cuando comencemos a jugar mejor será más divertido", expresó el antesalista de los Rockies, a quien le tocó subir en un momento difícil para el equipo, que perdió el primer lugar de la División Central de la Liga Nacional hace apenas una semana.
En su pasantía en el máximo nivel, Arenado tiene promedio de .254, con cuatro dobles, tres jonrones, ocho carreras remolcadas; su porcentaje de embasado es de .279, mientras que su slugging es de .475 y su OPS de .753.
El prospecto sabe que todavía está en el proceso de aprendizaje y ajuste, por lo que trata de llevar las cosas con calma, aunque alrededor de él la situación no sea muy calmada, ya que Yorvit Torrealba, el receptor venezolano de los Rockies, está constantemente hablando y haciendo chistes — tanto en inglés como en español — que encienden el ambiente.
"El juego es difícil, porque el béisbol es difícil, pero ha sido algo asombroso. He aprendido a controlar el ritmo, a que uno va a tener buenos y malos momentos y hay que llevarlos. Lo que hay es que tener confianza y disfrutar de esto", dijo Arenado acerca de la experiencia que vive en las Mayores. "No siento presión ni nada de eso, solo me enfoco en jugar duro y ser un buen compañero. Ahora quizás no estoy teniendo un desempeño como el que quisiera tener, pero es algo que va a cambiar. Tengo que mejorar en todo, en ser más paciente en el home plate, ser más consistente con mi swing y ser más consistente con mi defensa".
Aunque ya con el estatus de Grandes Ligas se hace más efímera la esperanza que conservan en Puerto Rico y el Caribe para verlo jugar allá, Arenado no se cierra a esa opción.
"Si no puedo jugar allá, por lo menos me gustaría ir algún día de vacaciones, conocer eso y estar con mi familia allá", expresó Arenado, a quien si se le pide ser identificado con una nacionalidad en específica dice que "tendría que decir americano (de Estados Unidos), porque es en donde nací. Pero también puede ser puertorriqueño o cubano".