Por Manu Albarrán/lainformacion.com
El mejor Rafa ha vuelto. Al menos el de la tierra batida. El balear sigue confirmando torneo a torneo que su recuperación es un hecho y que vuelve a estar a su mejor nivel. Esta vez fue en Roma fonde demostró que sobre polvo de ladrillo es el mejor tenista del mundo tras barrer a Roger Federer en el Foro Itálico por 6-1 y 6-3.
En poco más de sesenta minutos, Rafa finiquitó su octava final (en otros tantos torneos) desde su vuelta a las pistas. En total son seis ya los torneos que ha ganado un Nadal que llega a Roland Garros de manera inmejorable, habiendo ganado en Roma y Madrid y sólo habiendo cedido en la final de Montecarlo ante Djokovic.
El partido tuvo más bien poca historia. Roger Federer creyó en sus posibilidades únicamente durante el juego inicial, en el que él tenía el saque. A partir de ahí, Rafa cogió el centro de la pista y dominó casi todos los puntos. El balear, como suele hacer cada vez que juega contra Roger, jugó muchas bolas altas y con mucho 'lifting' al revés de su rival.Pero además, Rafa se sintió muy cómodo con la derecha, haciendo que las líneas de la pista y la bola se besaran mucho más de lo habitual.
Mientras, Roger corría de un lado al otro de la pista intentando devolver inútilmente los golpes del español y, cuando lo conseguía, se veía superado por los 'passig shot' tan típicos de Nadal.Tras el juego inicial, Rafa encadenó seis juegos consecutivos con los que cerró el primer set. Veinticuatro minutos de final habían visto los espectadores hasta el momento.
El descanso poco o nada cambió la situación. Moralmente Roger estaba tan hundido como su porcentaje de acierto, por lo que ni siquiera dio un atisbo de intentar remontar. La segunda manga fue prácticamente un calco de la primera: Federer ganó un juego y luego Rafa cinco seguidos.
Sorprendentemente, el helvético ganó un juego al resto en blanco y a continuación otro con el saque. Fue un espejismo. En el noveno juego, Rafa cerró el set y el partido sin contemplaciones. Así, con intensidad y sin dudas, es como Rafa ha ganado en Roma en 2013.
Exactamente igual que lo hizo los seis años anteriores y como lo ha hecho en los otros cinco torneos que ha ganado este año. Ahora toca descansar antes de afrontar Roland Garros, el primer gran objetivo del año.
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