Como una máquina perfectamente engranada, como un reloj suizo o como un metrónomo, así se han comportado Bayern de Múnich y Borussia Dortmund en la Champions League. No han cometido ningún error de bulto en la competición y esto les ha servido para colarse en la final. El fútbol alemán está de moda por sus gradas llenas, sus grandes jugadores y por su dominio europeo. Así fue el camino del Bayern y del Borussia hasta la final de Wembley.
El Bayern de Múnich es el favorito para ganar esta final de la Champions League, a la que llega tras mostrar una superioridad nunca vista en esta competición. Líder en la fase de grupos, el Arsenal le puso en aprietos solo durante 5 minutos en los octavos, se 'merendó' sin miramientos a la Juventus en los cuartos y ridiculizó al Barça en las semifinales.
En todo el año solo perdió dos partidos, pero ambos sin consecuencias. Los bávaros anotaron 29 goles y solo recibieron 10, estos son unos números de campeón en toda regla. En la temporada pasada perdieron la final ante el Chelsea en su estadio y hace tres años sucumbieron ante el Inter de Mourinho en el Bernabéu. Sin duda es uno de los equipos más regulares y potentes de la Champions.
El Borussia ha sido la gran sorpresa de la competición y se ha metido en la final con total merecimiento. Tras caer el año pasado en la fase de grupos, los hombres de Jurgen Klopp han completado una temporada colosal en Europa, perdiendo solo un partido de los 12 disputados. Superaron sin dificultades a equipos como el Ajax y el City en la fase de grupos y al Shakhtar Donestsk en los octavos de final.
El peor momento del Borussia llegó en los cuartos de final ante el Málaga. El equipo español ganaba por un gol de ventaja en el tiempo de descuento, pero dos tantos de los alemanes, uno de ellos muy polémico por estar en posición de fuera de juego, le dieron la vuelta al partido y a la eliminatoria.
Se vio las caras dos veces ante el Real Madrid en la competición, primero en la fase de grupos y recientemente en las semifinales, consiguiendo dos victorias, un empate y una derrota. Un balance muy positivo ante uno de los que era favoritos al título. Ni Casillas ni Diego López fueron capaces de parar a Lewandowsky, Gotze, Reus y compañía.
Los números de ambos equipos en Europa son casi inmejorables, pero aún les queda una última criba. Será en el estadio de Wembley, un escenario inmejorable donde dirimir quien es el glorioso campeón de la Champions League.
