Vincenzo Nibali asestó un golpe casi definitivo al Giro de Italia con una portentosa actuación en la cronoescalada con final en Polsa. El corredor italiano consiguió al fin esa victoria de etapa con la que quería redondear su más que probable triunfo en la ‘corsa’, y fiel a su estilo lo consiguió de manera autoritaria. ‘El Tiburón’ se quedó a poco más de 300 metros de doblar a su gran rival, Cadel Evans, y dejó a Samuel Sánchez con cara de impotencia en la antesala del podio. Le superó en casi un minuto. El líder de Astana es inabordable.
El líder de la prueba afrontó la cronoescalada con un objetivo de mínimos y otro más ambicioso. El primero era defender la ‘maglia rosa’ a las puertas de los Dolomitas, cabezas de cartel para este fin de semana. El segundo era dar un puñetazo en la mesa para sentenciar el Giro, ganar la etapa con una última demostración de superioridad. Su actitud en carrera y sus palabras durante esta semana habían dejado claro cuál elegiría. “No me conformo con el Giro de Italia. Quiero una etapa”. Y ese hambre insaciable se ha visto colmada.
Desde la rampa de bajada en el velódromo de Mori, Vincenzo Nibali salió a devorar el asfalto. A volar en persecución de Cadel Evans en un último acto intimidatorio. Si el terreno no hubiera picado hacia arriba, el australiano se hubiera sentido más cómodo. En esa ascensión constante hacia Polsa las pendientes –con tramos de hasta el 10%– se le hicieron un nudo. Al paso por el punto intermedio del kilómetro 9.5, el ‘Tiburón’ superaba en un minuto el mejor tiempo de Samuel Sánchez.
El asturiano había marcado también el tiempo más rápido en la línea de meta (45:27) y veía cómo uno tras otro los favoritos iban cediendo tiempo en el segundo tramo de la etapa, a medida que la lluvia se hacía más intensa. Cayeron Scarponi, Majka, Betancur… pero no el ‘Tiburón’. Poco le importó el agua a Nibali, y sí la presencia de Cadel Evans tan sólo unos metros por delante. Persiguió la sangre, y aunque no consiguió doblarle, dejó el Giro visto para sentencia.
La clasificación general deja a Vincenzo Nibali como líder destacado con 4:02 de ventaja sobre Evans 4:12 sobre Rigoberto Urán. La pelea por esa segunda plaza parece el mayor atractivo, junto con la pelea por el maillot blanco entre Rafal Majka y Carlos Betancur, separados por sólo dos segundos. Beñat Intxausti permanece como primer español (9º a 8:36), acompañado ahora entre los 10 primeros por Samuel Sánchez (10º a 9:34). Quizá los Dolomitas permitan al asturiano desquitarse de la ‘crueldad’ de Nibali. (AFP)