Con la confirmación de que Lionel Messi no iba a ser parte de los titulares, el Barcelona salió a jugar la revancha del duelo de cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Paris Saint Germain. Y lo hizo con intensidad, intentando desacreditar esas declaraciones de Andrés Iniesta, quien habló que el equipo era "Messidependiente".
Al minuto del primer tiempo, Xavi tomó el lugar de La Pulga a la hora de patear un tiro libre y su remate, con efecto, se fue apenas desviado, muy cerca del ángulo izquierdo del arco de Sirigu. Esa fue la tónica en el comienzo, con el Barcelona atacando y buscando espacios en la defensa francesa.
Pero el conjunto visitante iba a esbozar algún ataque de peligro en el primer tiempo para intentar quedarse con la serie que con el 0-0 estaba a favor del Barcelona (por el 2-2 de la ida en París) y para no sufrir ante el toqueteo del conjunto local. Un rato después del tiro libre de Xavi Hernández, Ezequiel Lavezzi agarró una pelota que había rebotado en Zlatan Ibrahimovic y sacó un derechazo con fuerza que no pudo encontrar dirección. Sí encontró las manos de Víctor Valdés.
Con el correr de los minutos, la visita pareció adaptarse al juego que el Barcelona imponía sin Messi y se animó a más. Así y todo, el primer tiempo terminó con un equipo local superior, pero sin la profundidad ni el peligro para vulnerar al PSG.
El empate le quedaba bien al partido hasta que a los cinco minutos del segundo tiempo todo cambió. Javier Pastore, titular junto a Lavezzi en el equipo francés, se escapó en una contra y mano a mano con Valdés le dio un toque a la pelota para marcar el sorpresivo 1-0.
Tras el gol, pasaron once minutos hasta que Tito Vilanova tomó la decisión de mandar a la cancha al mejor jugador del mundo. Y apenas unos segundos hasta que el rosarino tuvo la primera chance, aunque no pudo concretarla por no rematar de primera dentro del área.
Así, con Messi en cancha y el Barcelona en desventaja, el PSG decidió no aflojar y sacó a relucir un juego de igual a igual con los catalanes. Claro, hasta que La Pulga entró en acción.
A los 25, el rosarino construyó la jugada, David Villa no la pudo terminar como quería y Pedro corrigió con un remate cruzado que se metió pegado al palo de Sirigu. Gol del Barcelona y clasificación, por haber marcado dos tantos como visitante en el empate de la ida.
